Tras despedidas mil, tomar algo y dar un besito de despedida a la Damita, me dispongo a tomar mi habitación. Muy majeta, acogedora, camas duritas... No le tenía pega. A que quería madrugar decidí acostarme prontito. Mala idea, era el comienzo del calvario.
En todo esto hay una cosita que he obviado. En susodicho hospedaje, existía un cuarto de baño en común, cuarto de baño que MUA debió tener al lado del cuarto. ¿Sabéis lo que es cerrar los ojos y de repente escuchar un chorrillo caer con fuerza contra el agua, haciendo eco en la tacita Roca, que a su vez hace eco en el espacioso baño? Eso hace retumbar las paredes amigos boggers... seee... acojonante. Pero claro. La cosa no acaba así, porque como si en tu cuarto tuvieras una puñetera luz verde diciendo: “Ahora es el momento de entrad, aprovechad o no podréis joder a este mamón”; ahí iban pasando media pensión de seguido, sin dejarme pegar ojo, meando, hablando, dándose morreos con sonido “MUACA”, haciendo una orquesta de gases... o simplemente un o una gilipollas decide ducharse a las una de la mañana sin hacer nada de ruido. Osease, cojo toalla –Ajá, ajá-, abro grifo, cierro grifo, protesto, abro, que caliente, que frío, sigo protestando... ¡COÑA! ¡ESPÉRATE! ¡Ya voy yo a ducharte! Ya que me has terminado de desvelar, protestas por mi culpa jolines.
Lo peor no fue eso. A las cuatro u así me desvelo. Así que intento pillar de nuevo el sueño cuando escucho la puerta del baño que tengo justo al lado. Describir el sonido de eso cuando pasa por las nalgas de un culo es asqueroso e imposible para mi... pero no era un pedo cualquiera señoras y señores. Atentos, primero suena, y lugo escuchas: “Andorflinfregrrll...”. ¡Joder! Era un Pedo extranjero. De esas cosas hay que aprender, pero ni ganas a esas horas y menos siendo un pedo ajeno. Claro, cuando se va este tiparraco parece que la luz se vuelve ha encender y pasa de nuevo toda la comitiva. Viva las habitaciones al lado de un cuarto de baño.
Bueno, al menos cuando pillé el sueño dormí del tirón hasta las nueve y algo, me levanté y vestí rápido, fui al baño y me quedé bien a gusto. Que puñetas, hasta con recochineo, a joder un poco. Y así, me largué para la estación. Había que volver a casita.
No hay comentarios:
Publicar un comentario